Latinoamérica, que ha desarrollado una peligrosa dependencia de la voracidad de China por las materias primas, ahora se enfrenta al daño que puede ocasionar un enfriamiento de la economía del gigante asiático. Las exportaciones a China de algunas de las principales economías de América Latina -Brasil, Colombia, Chile y Perú- se han decuplicado en valor desde el 2001. Actualmente, China es el principal destino para las exportaciones de todos esos países, con excepción de Colombia. El crecimiento del gigante asiático ha contribuido a trazar un nuevo mapa económico de la región, impulsando el cultivo de la soja en la remota zona centro-oeste de Brasil, planes para un nuevo enlace ferroviario en Colombia que rivalice con el Canal de Panamá e incluso un nuevo emplazamiento en un pueblo peruano en los Andes para instalar a la minera Chinalco. Pero las exportaciones directas a China por un valor de 90.000 millones de dólares son sólo parte de la historia. A medida que América Latina se apura en producir los combustibles, minerales y metales que demandan las fábricas chinas, crece también su dependencia de la segunda economía mundial. "Si se desacelera la economía de China, vamos a ver un impacto fuerte, primero en los precios y después en los volúmenes", dijo Carlos González, jefe de estudios económicos de la Asociación de Exportadores (ADEX) de Perú. "Un 97 por ciento de nuestras ventas a China son minerales. Como las mineras son las compañías que pagan más impuestos en Perú, aún los programas sociales serían afectados", añadió. Las materias primas suponen más de un 60 por ciento de las exportaciones de las principales economías de América Latina, excluyendo a México, y la desaceleración del crecimiento chino ya ha socavado los precios de las materias primas, afectando potencialmente también a países como Venezuela y Argentina. Desde el 2001, cuando China ingresó a la Organización Mundial de Comercio e irrumpió en el escenario económico global, el porcentaje de exportaciones que envía Chile al país asiático se ha cuadruplicado a un 22,8 por ciento del total, mientras que las de Brasil a China se han quintuplicado a un 17,3 por ciento. "Durante los últimos cinco años, América Latina ha disfrutado de una transferencia de ingresos muy grande (...) ya que los precios de las exportaciones han subido enormemente", dijo John Welch, estratega para América Latina de CIBC. "Y se contraerán de la misma forma". Hay indicios de que eso ya está ocurriendo. La tasa de crecimiento de los envíos de Brasil a China se redujo en más de la mitad en los seis primeros meses del 2012, según datos de comercio oficiales chinos, publicados el martes. La ralentización de las importaciones de cobre por parte del mayor consumidor mundial del metal -la principal exportación de Chile y la tercera mayor de Perú- ayudó a deprimir sus precios a un mínimo de seis meses en junio. El índice referencial de precios de materias primas Thomson Reuters-Jefferies CRB cayó a su nivel más bajo desde septiembre del 2010. La baja en la demanda y la tendencia a la baja de los precios, que se inició en febrero, se sintió rápidamente. En abril y mayo, Perú reportó sus primeros déficits comerciales en más de tres años, mientras en Chile, los ingreso por exportación de cobre en Chile cayeron en mayo y junio. La expansión de la economía china se desaceleró a un mínimo de tres años del 8,1 por ciento en el primer trimestre, pese a los dos recortes de tasas de interés en las últimas semanas. Se espera que las cifras del crecimiento económico del segundo trimestre, que se publicarán el viernes, muestren una baja adicional del 7,6 por ciento, mientras Europa, el principal socio comercial de China, lidia con una crisis de deuda. La agencia de calificación Fitch dice que la expansión económica de China de un 8 por ciento este año recortaría un promedio de 1,5 puntos porcentuales el crecimiento de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Venezuela y Uruguay. ESPECIALIZACIÓN En un desglose del comercio con China, economistas de Bank of America Merrill Lynch encontraron que las exportaciones de la mayoría de los países de América Latina se concentran en unos cuantos productos primarios, como el cobre de Chile y las oleaginosas de Argentina. Esos productos además son más volátiles en sus precios que los productos industriales, que están disminuyendo como porcentaje de ingresos por exportación. Desde el 2001, las exportaciones de artículos manufacturados se ha reducido dentro del total de exportaciones de las siete principales economías de Latinoamérica porque los combustibles y los productos mineros han vivido un auge. Según datos de la OMC, los bienes manufacturados brasileños se contabilizaron como más de la mitad de sus exportaciones del 2001, pero solo representaron un 35 por ciento el 2010. Sin embargo, muchos exportadores de la región no le dan tanta importancia al impacto posible de la desaceleración del crecimiento chino. Brasil confía en que el fabricante nacional de aviones Embraer venderá más aeronaves a China como producto de un nuevo acuerdo de comercio. El acuerdo es un paso hacia el alivio de las tensiones en la complicada relación entre los dos potencias emergentes. China ha alarmado a Brasil con una inundación de productos baratos, pero al mismo tiempo compra la mayor parte de su soja y mucho de su mineral de hierro. Los precios del mineral de hierro han caído más de un 2 por ciento este año. Jayme Nicolato, presidente de la firma minera brasileña Ferrous Resources do Brasil SA, se muestra optimista sobre la demanda china, que opina apuntalaría el avance de los precios del mineral, aunque menos que antes. En Perú, donde la demanda china ha contribuido a alimentar el crecimiento anual promedio del 6,4 por ciento en la última década, el prestamista Interbank ve una oportunidad en el nuevo equilibrio chino hacia la demanda doméstica. "El potencial de China está en la venta de bienes manufacturados", dijo Juan Carlos Ríos, jefe de la oficina del banco en Shanghái, durante una visita a Lima a comienzos de julio. Ríos agregó que la demanda de ciudadanos chinos de clase media por vestuario hecho con algodón Pima, por uvas y por aguacates de Perú se mantendría sólida, aun si menguase la demanda por los metales. Si bien Perú espera duplicar al 2016 sus exportaciones agrícolas como porcentaje de las exportaciones totales, la brecha entre los productos agrícolas y los productos manufacturados sigue siendo inmensa. El año pasado, las exportaciones manufacturadas en general sumaron un 10,7 por ciento del total de las exportaciones, menos que el 18,1 por ciento del 2001. Las exportaciones de ropa de algodón Pima peruano, de sólo 384.000 dólares, equivalen sólo a un 0,05 de las exportaciones de cobre...
Fuente: Reuters... Reporte adicional de Caroline Stauffer y Marco Aquino en Lima, Alexandra Ulmer en Santiago, Helen Murphy en Bogotá, Peter Murphy en Brasilia, Pablo Garibian en Ciudad de México y Jeb Blount en Rio de Janeiro.
Publicado por #Froilán# 1/Agosto/2012